La integración sensorial se refiere a la capacidad del cerebro para organizar e interpretar la información sensorial del entorno. Los niños con dificultades en la integración sensorial pueden mostrar una variedad de comportamientos que pueden parecer inusuales o desafiantes. Te dejamos algunos ejemplos comunes de dificultades con la integración sensorial.
Hipersensibilidad a ciertos sonidos, luces o texturas, lo que los lleva a evitar situaciones que otros niños disfrutan.
Buscar estímulos sensoriales intensos, como girar, saltar o tocar objetos repetidamente.
Dificultad para coordinar movimientos, como tropezar frecuentemente o tener problemas para realizar actividades que requieren habilidades motoras finas, como abotonarse la ropa o escribir.
Dificultades para regular sus emociones en respuesta a estímulos sensoriales, mostrando pataletas o ansiedad en situaciones que no parecen afectar a otros niños.
¿Te suena conocido? No te preocupes, si notas alguno de estos comportamientos en tu hijo, es importante considerar una evaluación para determinar si la terapia de integración sensorial podría ser beneficiosa.
En Bright House, contamos con un equipo de terapeutas ocupacionales especializados en la evaluación y tratamiento de dificultades en la integración sensorial. Utilizamos un enfoque personalizado para identificar las áreas en las que tu hijo necesita apoyo y diseñamos un plan de intervención que le permita mejorar su capacidad para procesar y responder a la información sensorial de manera más efectiva. Nuestro gimnasio de integración sensorial está equipado con herramientas y recursos que permiten a los niños explorar y desarrollar sus habilidades sensoriales en un entorno seguro y controlado.
Si crees que tu hijo podría estar experimentando dificultades con la integración sensorial, no dudes en contactarnos. En Bright House, estamos aquí para ayudarte a entender mejor las necesidades sensoriales de tu hijo y ofrecer el apoyo necesario para su desarrollo.